Aunque
es verdad que no
son
todos
por fortuna, un servidor
ha observado
que ciertos
periodistas de mucho
fuste
que
escriben en
medios de comunicación no
hacen un
uso
adecuado de las conjunciones, las locuciones preposicionales o los
adverbios, casos
de sino
en vez de si
no,
a parte de
en lugar de aparte
de
o
si
quiera
en igual
de siquiera.
Por
cierto, el comentarista
ha podido saber que hay algunos
que
ni siquiera terminaron la carrera de periodismo, como el
conocidísimo Paco
González, actualmente
en la cadena COPE y antes en la SER,
En esta ocasión, y dado que ha tiempo que uno no salía a la palestra con sus cosas, va a aprovechar la ocasión para dedicar el presente comentario a otras partículas o palabras, concretamente acerca de las que figuran en su titular, es decir, porque, por que. porqué y por qué.
a)
Porque.
Es
una conjunción
subordinante, que como palabra átona
debe
escribirse
sin tilde. Mayoritariamente
se usa como conjunción causal, para introducir la oración
subordinada que expresa la causa de la acción designada por la
oración principal, en cuya hipótesis puede
sustituirse por locuciones de valor asimismo causal como puesto
que, dado
que, ya
que: No fui a la fiesta porque
no tenía ganas
(= ya
que no tenía ganas).
La
ocupación no es total porque
quedan todavía plazas libres
(=puesto
que quedan todavía plazas libres).
Y
desde
luego, cuando tiene sentido de
oración causal,
es incorrecta su escritura en dos palabras:
Prefiere
adoptar el papel de villano por que es más efectivo (Tiempo [Col.]
15.4.97). También se
emplea como encabezamiento de las respuestas introducidas por la
secuencia por
qué. ¿Por qué no viniste? – Porque no tuve ganas. Igualmente
se
utiliza
como conjunción final, seguida de un verbo en subjuntivo, con
sentido equivalente a para
que:
Hice
cuanto pude porque
no terminara así (=
para
que no terminara así).
En
ese caso
sin embargo, y
siempre
que
cumpla
función de
conjunción
final, se admite la grafía en dos palabras, aunque se prefiere la
escritura en una sola: Hará
lo posible por que se cure (=
para
que
se cure).
De
todas formas, nunca
debe confundirse con la expresión
a
la que se hace referencia en el apartado siguiente.
b)
Por
que.
En
esta
situación, cuyo
uso en el lenguaje escrito es poco usado (y no siempre de forma
correcta),
puede
tratarse de una de las dos
siguientes
secuencias. Una,
la
combinación del pronombre relativo que
precedido de la proposición por:
Los
premios por que competían
(=
por
los que competían)
no
resultaban atractivos.
Su
identificación no
es difícil,
ya que el relativo que
admite
la anteposición del articulo
correspondiente (el,
la, los, o
las);
o puede sustituirse, incluso, por otros
relativos como el
cual, la cual, los cuales o
las cuales.
Y
dos, la preposición
por
+ la conjunción subordinada que,
supuesto
en
que aparece en el caso de verbos, sustantivos o adjetivos que rigen
un complemento introducido
por la preposición
por,
a la que sigue una oración subordinada encabezada por la conjunción
que:
Los
trabajadores optaron
por
que (=optar
por algo) no
se votase la huelga.
c)
Porqué. Es
un sustantivo masculino que equivale a causa,
razón o motivo;
y se escribe con tilde por ser palabra aguda terminada en vocal, con
la particularidad además de que, por tratarse de un sustantivo,
normalmente se usa precedido de articulo u otro determinante: No
comprendo el
porqué de
tu forma
de proceder
(=la
razón de
tu forma de proceder).
Todo
tiene su porqué
(=su
causa o motivo).
Y,
como
cualquier otro sustantivo, también
puede
ir en plural: Hay
que averiguar los
porqués
de ese cambio de actitud. (=los
motivos o las razones).
d)
Por
qué.
Se trata de la secuencia formada por la preposición por
y
el interrogativo o exclamativo qué,
palabra esta tónica que se escribe con tilde diacrítica para
distinguirla del relativo y de la conjunción que.
Sirve para introducir oraciones interrogativas y exclamativas
directas o indirectas: ¿Por
qué
no viniste a la fiesta?
No
comprendo por
qué
te pones así. En
tales
casos es incorrecto anteponer el articulo el:
Seguramente
tienes una teoría para explicar (el)
por
qué
ocurre eso.
(Cambio
16 [Esp. 17.9.90).
Obsérvese
que en
esa oración,
a diferencia del sustantivo porqué,
la
secuencia
por qué no
puede sustituirse por términos como causa
o motivo: *para
explicar el motivo ocurre eso;
debió
escribirse
para
explicar por qué ocurre así.
En
conclusión, uno
no
sabe si con la anterior exposición el tema habrá quedado lo
suficientemente claro. Pero, al menos, lo ha intentado. Que lo haya
conseguido o no es otra cuestión. En caso afirmativo un
servidor se
daría
con
un canto en los dientes;
de
lo contrario, el consejo del comentarista es que se acuda a la fuente
de su información, o sea, a la RAE y más concretamente al
Diccionario Panhispánico de Dudas. .
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