Cuando
uno empezaba
a dar sus primeros pasos en
la escuela, allá por los años del catapum, la Gramática nos
enseñaba a los aprendices
de estudiantes
que pronombre
es
la parte variable de la oración que sustituye al nombre para evitar
su repetición.
Hoy
dice el diccionario de la RAE que es la
clase de palabras cuyos elementos hacen las veces del sustantivo o
del sintagma nominal y que se emplean para referirse a las personas,
los animales o las cosas sin nombrarlos
(Obsérvese
que no dice 'sin
nombrarlos y sin nombrarlas',
como le agradaría dijera a quienes propugnan por ese lenguaje
inclusivo que de forma absurda se ha puesto de moda entre los
políticos y
sindicalistas de
izquierdas principalmente).
Y las enciclopedias al
uso
distinguían cinco clases de pronombres, a saber, personales,
demostrativos, posesivos, relativos e indeterminados.
El diccionario de
la RAE cita
algunos pronombres más, pues
en dicha
nómina
incluye
los
adjetivos, los
exclamativos,
los
indefinidos
y
los
interrogativos,
algo
que en
opinión del
comentarista hace con un criterio ciertamente un tanto discutible.
Sí,
porque 'los
pronombres
exclamativos
e interrogativos'
los define como aquellos
que permiten construir expresiones exclamativas o construir
enunciados interrogativos ('quién'
en '¡quién
se lo podía imaginar!'
dice que es pronombre exclamativo y 'quien'
en 'no
sabe quién vino'
es un pronombre interrogativo)',
en
tanto que 'quien'
sin ninguna
exclamación
o interrogación lo considera pronombre relativo, como se
entendía antiguamente;
por
su parte
los
pronombres
indefinidos'
viene
a
equipararlos
de
hecho
a
'los
indeterminados';
y
del
'pronombre
adjetivo'
precisa
a
su vez que
en
algunas gramáticas tradicionales es el pronombre
que determina al sustantivo,
señalando que 'mi
es un pronombre adjetivo',
lo
cual no es muy coherente
que digamos,
por cuanto
en las
entradas correspondientes
a los
términos
'mi'
,
'tu', 'su'
señala
que estos
son
adjetivos
posesivos de primera, segunda o tercera persona
(de
'mí'
con tilde dice también que es pronombre personal de primera
persona),
igual
que
se
indicaba en
las antiguas enciclopedias,
en
las que se
hablaba de que
las
palabras
'mío',
'tuyo'
y
'suyo'
pierden la última sílaba cuando preceden al nombre sustantivo,
o
sea,
que venían a ser los mismos adjetivos
posesivos
apocopados. (Ergo
no queda
claro del todo
si
'mi',
'tu' y
'su'
son pronombres
adjetivos
o adjetivos
posesivos).
Y
aquellas
enciclopedias de
rancio sabor abolengo
nos
enseñaban
también que
los
pronombres
demostrativos
(los
clásicos 'este',
'ese'
y
aquel
(1)
,
con su correspondientes femeninos y plurales) tienen
carácter de adjetivo determinativo (no
los neutros 'esto',
'eso' y 'aquello',
que siempre eran pronombres),
si acompañan a un sustantivo;
hoy
dice el diccionario de la RAE que señalan
algo o a alguien y lo identifican
en función de la distancia espacial o temporal que lo separa del
hablante.
De
todas formas,
a
lo que uno
quería
llegar
es
que
las
repetidas
enciclopedias y
gramáticas de
entonces hablaban
de que los
demostrativos
se
aplicaban,
(ya
fueran
pronombres o adjetivos),
y tanto estuvieran
en
cualquiera
de los géneros (masculino,
femenino
o
neutro)
y
números
(singular
o
plural),
según
las
siguientes
situaciones:
'este'
(incluyendo
a
'esta',
'esto',
'estos'
y
'estas'),
a
lo
que
estuviera más
cerca de la
persona que
hablara,
es
decir,
denotaban
cercanía de lo señalado respecto al emisor; 'ese'
(lo
mismo que
'esa',
'eso',
'esos'
y 'esas'),
a
lo que estuviera
más cerca de la persona a quien se hablara,
esto
es, señalaban proximidad
de lo señalado respecto al receptor; y
'aquel',
(con
'aquella',
'aquello',
'aquellos'
y 'aquellas'
igualmente), a
lo que
estuviera
lejos de una y otra, o
sea, expresaban
distancia
de lo señalado respecto al emisor y al receptor. Hoy
día, sin
embargo, para
cada
uno
de los
tres demostrativos
el
diccionario de
la RAE
hace
una curiosa
distinción entre
adjetivo
y
pronombre,
considerando
en
el primer caso a
'este'
(femenino
y plurales incluidos)
como
lo
que
está cerca de la persona que habla,
o
como
lo
que
se acaba de mencionar o se va a mencionar a
continuación',
y
en
el segundo
(con
el
femenino y
los
plurales,
sin
excluir al
neutro)
como
el
que o lo que está cerca de la persona que habla, o
como
el
que o lo que se acaba de mencionar, o el que o lo que se va a
mencionar a
continuación;
a
'ese',
en
el
caso del primero (incluyendo
femenino y
plurales),
como
lo
que
está cerca de la persona con quien se habla, o
como
lo
que acaba de mencionarse o que va a ser mencionado,
y
en el segundo
(igualmente
con
el
femenino,
los
plurales y
el
neutro),
como
el
que o lo que está cerca de la persona con quien se habla, o
como
el que o lo que acaba
de mencionarse,
o el
que o lo que va a ser mencionado;
y
a
aquel
(asimismo
con
sus femeninos
y plurales),
como
lo
espacial
o temporalmente alejado de la persona que habla y de la persona con
quien se habla, en
el primer caso, y
el
que o
lo
que está lejos, espacial
o temporalmente, del hablante y de su interlocutor,
en
el segundo. (Por
cierto, al
margen de que sea nada lógico ni serio, no
parece muy
académico,
por mucho que lo diga la RAE, que de
los pronombres
'este
y ese'
se
predique
la misma expresión [sí,
la antes citada textualmente de
que
se
acaba de mencionar o que
se
va a mencionar],
por
cuanto de esa manera
no
se
aprecia
diferencia alguna
de
proximidad o distancia
entre
el emisor de un determinado mensaje y
su receptor.
No
olvidemos que con
los
demostrativos cabe
establecer
gráficamente
esos
distintos grados
de inmediación
o lejanía, con
base
en los
antiguos
adverbios
de
lugar (curiosamente llamados en la actualidad demostrativos)
'aquí',
'ahí'
o
'allí',
cual
en las oraciones
'Esto
se
ubica aquí',
'Esa
se encuentra ahí'
o
'Aquel
está situado allí').
Uno
entiende, en definitiva, (y este ha sido el motivo que lo ha
impulsado a pergeñar el presente comentario) que, si un servidor
envía a alguien alguna misiva, lo correcto no es contestarle que
esto lo has
explicado bastante bien,
sino eso lo
has explicado. . .
(1)
Escritos sin tilde, de conformidad con las recomendaciones de la RAE,
no obstante la oposición en la práctica de su académico Sr. Pérez
Reverte.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario