miércoles, 8 de enero de 2020

¿NUEVA COMUNIDAD AUTÓNOMA A LA VISTA? (BIS)


 Como fácilmente podrá apreciarse, pues, las diferencias más significativas entre la primitiva división territorial de España y la actual se han centrado en las regiones (hoy en día llamadas Comunidades Autónomas), porque en las provincias tan solo ha existido la ya citada en el anterior comentario: la de las Islas Canarias. Antes, sin embargo, hubo un intento de regionalizar la península dividiéndola en once gobiernos generales, a propuesta de Patricio de la Escosura, ministro de la Gobernación en varias ocasiones en la época del general Narváez como jefe del Ejecutivo, mediante un Decreto promulgado el 29 de setiembre del año 1847 y que no llegó a cuajar porque fue suspendido ese mismo año. Teóricamente lo hubieran formado: Andalucía, con capital en Sevilla, compuesto por las provincias de Sevilla, Córdoba, Cádiz y Huelva; Aragón, con capital en Zaragoza, formado por las provincias de Zaragoza, Huesca y Teruel; Burgos, con capital en la misma ciudad burgalesa, configurado por las provincias de Burgos Santander, Logroño y Soria; Cantabria, con capital en Pamplona, integrado por las provincias de Navarra, Álava, Guipúzcoa y Vizcaya; Castilla la Nueva, con capital en Madrid, que comprendería las provincias de Madrid, Cuenca, Segovia, Guadalajara, Toledo y Ciudad Real; Castilla la Vieja, con capital en Valladolid, constituido por las provincias de Valladolid, León, Palencia, Salamanca, Zamora, Ávila y Oviedo; Cataluña, con capital en Barcelona, conformado por las provincias de Barcelona, Lérida, Gerona y Tarragona; Extremadura, con capital en Badajoz, que abarcaría las provincias de Badajoz y Cáceres; Galicia, con capital en La Coruña, que incluiría las provincias de La Coruña, Pontevedra, Lugo y Orense; Granada, con capital en la ciudad de la Alhambra, que englobaría las provincias de Granada, Málaga, Almería y Jaén; y Valencia y Murcia, con capital en la propia ciudad valenciana, que se extendería a las provincias de Valencia, Murcia, Alicante, Albacete y Castellón. Y en cuanto a las provincias insulares no se esbozaba nada al respecto, si bien se supone que en pura lógica, y por razones de distancia o lejanía, cada archipiélago habría tenido su propio sistema específico de gobierno.
 En definitiva, y haciendo abstracción de lo anterior, lo que importa para el presente comentario es que el cambio operado entre la primera configuración de las regiones de 1833 y las actuales comunidades autónomas de hecho ha afectado tan solo a las de Castilla y León, a la de Castilla-La Mancha y a la Región de Murcia. Así, a la antigua Castilla la Vieja (por ahora todavía, Castilla y León) se incorporaron las tres provincias leonesas (León, Salamanca y Zamora), pero se desmembraron de ella las de Logroño y Santander, que constituyen las actuales Comunidades de La Rioja y Cantabria; de la de Castilla-La Mancha (la anteriormente llamada Castilla la Nueva) se separó la provincia de Madrid para erigirse en comunidad independiente, pero por contra a la misma se incorporó la provincia de Albacete, que a su vez se había desgajado de la de Murcia; y, esta, Murcia, con la pérdida de Albacete, ha quedado reducida a una sola provincia, constituyendo la Región de su mismo nombre. Por lo tanto, al menos de momento, de la primera Comunidad citada forman parte las provincias de Ávila, Burgos, León, Palencia, Salamanca, Segovia, Soria, Valladolid y Zamora, la más vasta tanto en extensión superficial como en número de provincias y municipios, aunque no en habitantes (1); de la segunda, las provincias de Albacete, Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara y Toledo; y la tercera está constituida exclusivamente por la provincia de Murcia.
Por último, y como colofón, al comentarista los referidos cambios le sugieren algunos apuntes, siguiera sean como curiosidades:
a) la modificación operada en los nombres de determinadas provincias, casos de A Coruña, Girona, Lleida, Ourense y Castellón, esta última por su desaparición del calificativo de la Plana (2);
b) las Comunidades uniprovinciales, que antes eras tres (Asturias, Baleares y Navarra), actualmente son siete, puesto que a las ya mencionadas hay que añadir las de Cantabria, La Rioja, Madrid y Murcia;
c) Murcia y Madrid son las dos únicas Comunidades en que comunidad, provincia y capital coinciden en el nombre, porque en Asturias, como se sabe, la capital es Oviedo, la de Baleares es Palma de Mallorca, la de Cantabria es Santander, la de La Rioja es Logroño y la de Navarra es Pamplona;
d) Murcia, lo mismo que Asturias, no ostenta la denominación de Comunidad Autónoma, puesto que la murciana lo hace como Región, en tanto que la asturiana recibe el nombre de Principado;
e) la capital de cada Comunidad no siempre radica en la capital de provincia o de la provincia más importante (salvo en Andalucía con Sevilla, en Aragón con Zaragoza, en Asturias con Oviedo (3), en Baleares con Palma de Mallorca, en Cantabria con Santander, en Cataluña con Barcelona, en La Rioja con Logroño, en Navarra con Pamplona, o en Madrid, Murcia y Valencia con sus respectivas capitales), puesto que en Extremadura, Galicia y el País Vasco se localizan en Mérida, Santiago de Compostela y Vitoria (las dos primeras no son, como se sabe, capitales de sus correspondientes provincias), y que ni siquiera tampoco constituyen, por otra parte, las ciudades más populosas de dichas provincias o regiones, puesto que en su caso son Badajoz, Vigo y Bilbao, respectivamente;
f) tanto en Castilla-La Mancha como en Castilla y León no existen oficialmente capitales reconocidas (bien es verdad que la sede institucional de una y otra se ubican en Toledo y Valladolid);
g) y, finalmente, la capital de Canarias es compartida a un tiempo por Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas, en las islas de Tenerife y de Gran Canaria.
                                                                                                 Loquente locuto, proposito finito.

 (1) Mientras la extensión superficial de Andalucía (con 8 provincias) supera los 87.200 km2, la de Castilla y León (con 9) es de más de 94-200, si bien el número de habitantes de la primera (en sus 785 municipios) supera los 8.384.000, en tanto que la segunda (con 2.248) es de 2.409.000.                                                                                                                         (2) Las provincias vascas en ocasiones aparecen en la prensa escrita, cuando lo hacen en euskera, como Áraba, Gipukoa y Bizkaia; y las capitales de las dos primeras como Gasteiz y Donostia, pues la de Bilbo apenas casi ni se ve en la propia capital vizcaína .                                                                                                                                                                    . (3) No obstante ser Gijón la ciudad con más habitantes, la capital radica en Oviedo,

No hay comentarios:

Publicar un comentario