Un
servidor propone que sean proclamados patronos de la ciudad de
Málaga san Timoteo y san Magín (o san Juan Eudes), por citar
algunos de los santos que aparecen en el santoral en los almanaques
o calendarios al uso cuya fiesta se celebra el día 19 de agosto (1),
[uno de los dos días festivos locales de la capital de la Costa del
Sol], en detrimento de los santos Ciriaco y Paula, a quienes los
malagueños prácticamente hemos defenestrado, con perdón. (El
otro, como se sabe, es el 8 de setiembre, día de la de la Virgen de
la Victoria, que afortunadamente por ahora, o al menos de momento,
todavía hemos respetado como festividad local). Porque tenemos que
admitir, nos duela o no reconocerlo, que desde unos años a esta
parte aquella añeja fiesta del 18 de junio pasa casi desapercibida,
o sin pena ni gloria por hablar en términos coloquiales, salvo que
ese día los sacamos en procesión; en el año 2018 se ha hecho la
víspera y ni siquiera por el recorrido oficial habitual para ese
tipo de eventos. Bueno, esto último tampoco es novedad porque
últimamente nos ha dado por copiar el afán cofrade de los
sevillanos, convirtiendo un fin de semana y otro también en una
Semana Santa permanente, so pretexto de cualquier traslado
procesional, vengan o no vengan estos a cuento.
Conviene recordar, porque es
cosa que también se olvida o no se sabe bien del todo,
que,
de
conformidad con el art. 45
del Real Decreto 2001/1983, de 28 de julio, sobre
regulación de la jornada de trabajo, jornadas especiales y descansos
(2),
cada año tenemos en
España doce fiestas
laborales de ámbito nacional de carácter retribuido, no
recuperables
ni sustituibles
por ninguna otra, que
son: a) De
carácter cívico: Fiesta
Nacional de España
(12 de octubre) y Día
de la Constitución Española (6
de diciembre); b)
De acuerdo con el Estatuto de los Trabajadores: Año
Nuevo (1 de enero),
Fiesta del Trabajo
(1 de mayo)
y
Natividad del Señor
(25 de diciembre); c)
En cumplimiento del
artículo III del Acuerdo con la Santa Sede de 3 de enero de 1979:
Asunción
de la Virgen (15
de agosto), Todos
los Santos (1 de
noviembre), Inmaculada
Concepción (8
de diciembre) y
Viernes Santo
(3)
y d)
En cumplimiento del mismo Acuerdo, pero que
pueden ser sustituidas por otras fiestas por la Comunidades
Autónomas: Epifanía
del Señor (6 de
enero), Jueves Santo
(3)
y san
José (19 de marzo)
o Santiago Apóstol
(25 de julio). En
nuestra Comunidad
andaluza esta última
habitualmente se cambia por el 28 de febrero o
Día de Andalucía,
porque las
Comunidades Autónomas pueden sustituir las fiestas señaladas en el
apartado d) por otras que por tradición le sean propias, así como
sustituir el descanso del lunes de las fiestas nacionales que
coincidan
con domingo por la incorporación
a la relación
de fiestas de la
Comunidad Autónoma de otras que le sean tradicionales
(art. 45.3 RD
2001/1983).
Por otro lado, aparte
de las doce fiestas de ámbito nacional ya
señaladas,
de acuerdo con el art. 46
del mismo Real Decreto
también son
inhábiles para el trabajo, retribuidos y no recuperables, hasta dos
días de cada año natural con carácter de fiestas locales que por
tradición sean propias en cada municipio, determinándose por la
autoridad competente, a propuesta del Pleno del Ayuntamiento
correspondiente. Y,
en ese sentido, lo normal es que en cada localidad
esas fiestas locales
coincidan con la de sus respectivos patronos, menos en Málaga, una
de las pocas ciudades o
pueblos donde no
ocurre de esa forma. (Bueno, también hay que señalar que con
Santiago Apóstol, que es el patrón de España como
igualmente lo es la
Inmaculada, sucede
algo más de lo mismo,
pues incomprensiblemente el 25 de julio tampoco es festivo a nivel
nacional). Y mira por
donde este año se ha
perdido una buena ocasión para haber recuperado el día de los
patronos como fiesta local, habida cuenta de que el 19 de agosto cae
en domingo; pero no ha sido así y resulta que el equipo de gobierno
del Ayuntamiento de Málaga
ha
pasado del tema
tomando la decisión,
incluso un tanto discutible desde el punto de vista legal a
tenor del repetido Real Decreto,
de declarar como festividad local el
lunes siguiente a la incorporación de Málaga a la corona de
castilla ¡Toma ya!
Uno
cree que hablar de que el 19 de agosto (y este año para mayor inri
el 20 de dicho mes) sea una fiesta que por tradición sea propia
para la ciudad de Málaga es exagerar la nota y faltar a la
verdad respecto a la realidad de los hechos. Porque conviene
recordar que fueron los Reyes Católicos quienes en 1487, al margen
de consagrar a los santos Ciriaco y Paula uno de los cuatro
templos fundacionales tras la toma de Málaga en la guerra de
Granada (los otros tres fueron la catedral dedicada a la Encarnación,
así como las parroquias de san Juan y Santiago), los designaron
patronos de la ciudad en 1490 y los incluyeron en el escudo de
Málaga en 1494; y que fue el alcalde socialista D. Pedro Aparicio
quien decidió en el año 1987, al cumplirse el quinientos
aniversario de la toma de la ciudad por los Reyes Católicos,
establecer para ese año el 19 de agosto como
festividad local, que ahí sigue sin causa que lo justifique, salvo
para meter como relleno una fiesta dentro de la feria de
Málaga junto a la de la Asunción de la Virgen.
En
definitiva, el comentarista reivindica que la fiesta de san Ciriaco
y santa Paula vuelva a ser considerada una de las festividades a
nivel local; y, si no, que sean eliminados de un plumazo como
patronos de la ciudad de Málaga.
(1)
También se celebran ese día las fiestas
de san
Andrés de Cilicia, san
Bartolomé de Simero, san
Bertulfo de Bobbio, san
Calminio, san
Donato de Sisteron, san
Ezequiel Moreno, san
Luis de Brignoles, san
Magno de Trani, san
Sebaldo de Nüremberg o
san Sixto III.
(2)
Aun cuando el R.D. 2001/1983 fue derogado
por el R.D 1561/1995, de
21 de setiembre, sobre
jornadas especiales de trabajo,
los artículos
45 y
46 de aquella
primera norma fueron
declarados
expresamente en vigor por la disposición derogatoria de la
segunda.
(2) Es
fiesta movible
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