domingo, 19 de noviembre de 2017

SOLDADOS Y SOLDADAS

  Pues uno, fiel a sus consabidas manías, quiere continuar erre que erre dando matraca con el tema del mal hablar o del mal decir (que no maldecir obviamente), porque vamos de mal en peor, bien es verdad que en esta ocasión la cosa tiene menor importancia por venir de quien viene, un don nadie en el terreno de la lingüística cual es el general venezolano Vladimir Padrino (1). Y es que este siniestro personaje (pues, formando parte como forma del régimen de Nicolás Maduro, no puede ser considerado de otra manera) se ha encargado de proclamar, siendo lo de menos el motivo y el momento en que lo ha hecho, que los soldados y soldadas estamos felices porque hay elecciones en Venezuela. Vamos, algo parecido a lo de aquel palabro, (miembra en concreto), que en julio del 2008 hiciera famosa a la entonces poco conocida política del PSOE y luego responsable del desaparecido ministerio que presidiera sin pena ni gloria, salvo por la polémica que suscitó en medios políticos y sociales a causa de una malentendida defensa de la igualdad de sexos, que no de género como un servidor sigue defendiendo hasta la saciedad por otra de sus querencias maniáticas.
 
 En el presente comentario uno va a aludir precisamente a aquellas palabras que designan grados de la escala militar, haciendo abstracción de los nombres de profesiones (hasta hace poco sustantivos comunes respecto al género, casos de abogado, arquitecto, ingeniero, médico, etc., o hasta juez, que por su terminación sigue siendo común en cuanto al género, pero cuyo uso específico femenino 'jueza' se usa también incluso en el nivel culto) por haberse referido a ellos en una ocasión anterior. (Por cierto, a propósito de la dicotomía juez o jueza, en el caso de la mujer que ejerce como tal el comentarista tiene que decantarse por la segunda opción, por parecerle bastante más lógica y coherente al estar ya dicho término admitido por la RAE, lo cual no quiere decir en modo alguno que la primera alternativa no sea igualmente correcta).
 
 En todo caso, acerca del meollo de la cuestión que aquí ahora interesa, y siempre al decir del Diccionario Panhispánico de Dudas, los nombres que designan grados de la escala militar funcionan como comunes, independientemente de su terminación, como el/la cabo, el/la brigada, el/la teniente, el/la brigadier, el/la capitán, el/la coronel o el/la alférez. (Ni que decir tiene que el llamado en la actualidad determinante definido o indefinido (2), y antaño artículo determinado o indeterminado, es el que ha de anteponerse a cualquiera de ellos para establecer el género correspondiente). Y, respecto a soldado, cuya definición es la de persona que sirve en un ejército, dice el mismo DPD que es común en cuanto al género (lo mismo señala acerca de sargento), así como que no existe con este sentido el femenino soldada (3), o que no es normal el femenino sargenta. Sin embargo, en el caso de capitán/na señala que con el sentido general de ‘persona que capitanea o dirige un grupo o una nave’ se usa normalmente como sustantivo de dos terminaciones, una para cada género, algo que no deja de ser curioso porque añade que, cuando designa específicamente el grado de la escala militar inmediatamente inferior al de comandante, puede usarse también el femenino capitana, aunque lo normal es que funcione como común en cuanto al género. En el caso de teniente, cuando alude a la persona que ejerce el cargo o ministerio de otra y es sustituta suya o como oficial de graduación inmediatamente superior al alférez e inferior al capitán, se usa más el masculino para referirse al femenino.   Por otra parte, hay que tener presente que algunas de las mencionadas palabras, en femenino (casos de brigadiera, capitana, coronela, generala o tenienta, a la que hay que añadir la de sargenta) coloquialmente hablando pueden ser las mujeres de los correlativos grados militares masculinos, bien es cierto que la propia RAE admite que los cuatro últimos son poco usados. Y finalmente, salvo brigadiera, las demás son palabras polisémicas, o sea, que tienen una pluralidad de significados. Así por ejemplo, capitana es aplicable también, como sustantivo y como adjetivo, a la nave en que va embarcado y arbola su insignia el jefe de una escuadra; coronela es palabra susceptible de ser empleada como adjetivo con la acepción de perteneciente o relativo al coronel y, aplicado a bandera, se usa tanto como adjetivo como sustantivo femenino; generala puede significar toque de tambor, corneta o clarín para que las fuerzas de una guarnición o campo se pongan sobre las armas, al igual que en Argentina y Bolivia advocación de la Virgen reconocida con el grado militar de general; tenienta como adjetivo se dice de la fruta no madura, de la legumbre mal cocida o dura, como adjetivo coloquial algo sordo o tardo en el sentido del oído e igualmente como adjetivo, aunque poco usado, miserable y escaso; y, por último, sargenta como sustantivo es predicable de la religiosa lega de la Orden de Santiago y de la alabarda que llevaba el sargento.


(1) Actual Ministro de Defensa, también ocupa el cargo de Comandante Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, siendo designado para este cargo por el presidente Nicolás Maduro, aun cuando ya Hugo Chávez lo nombró segundo comandante del ejército (tras él mismo) y jefe del Estado Mayor de la institución.
(2) Entre ellos el diccionario de la RAE incluye, además, los determinantes demostrativos, los exclamativos, los interrogativos, los posesivos y los relativos.
(3) Sí está admitido como sueldo, salario o estipendio, o como haber del soldado.


.

No hay comentarios:

Publicar un comentario