No
cabe duda de que el hombre, como ser animado racional, varón o
mujer, según la primera acepción que del término se recoge en
el diccionario de la RAE, es sujeto de derechos y obligaciones; y,
por lo tanto, es evidente que la mujer también lo es. Pero hace unos
días, a propósito de una frase que leyó un servidor en un medio
de comunicación (tampoco es que algunos supuestos periodistas puedan
presumir de hablar y escribir correctamente nuestro idioma), al
comentarista le surgió la duda de si, desde el punto de vista
lingüístico o semántico, sería correcto decir que las
féminas son sujetas de derechos, como
así rezaba la reseña periodística. Y, sintiéndolo mucho
por las feministas y por los izquierdosos de turno (léase Pablo
Iglesias y compañía), tiene que decir abiertamente que no,
que no lo es. ¡Ojo!, que no dice uno que no estén sujetas
a lo que sea, que es otra historia.
En
efecto. La palabra ”sujeto”, cuando
realiza función de adjetivo en la oración (1),
pertenece tanto al género masculino como al femenino; y
tiene dos significados: a) que está sujetado; y b) que está
expuesto o propenso a algo. Es decir, sería del todo correcto,
por ejemplo, decir que “el asiento está bien
sujeto” o que “la carga estaba bien
sujeta”.
En
todo caso, no es ortodoxo afirmar, como de hecho se hace en Internet,
que la voz “sujeto”
debe ser
considerada como participio irregular del verbo “sujetar”,
porque en modo alguno es exacto; el único participio del citado
verbo es “sujetado”.
En consecuencia, no es adecuado su empleo para la formación de los
tiempos compuestos, como por ejemplo en la frase “lo
he sujeto con cuerdas”,
ya que habría que decir “lo
he sujetado con cuerdas”.
Otra cosa es la utilización como adjetivo, cual en los ejemplos
anteriores, en cuyo caso sí sería admisible decir que “está
sujeto”, o que
“está sujetado”.
Incluso, desde el
punto de vista etimológico, “sujetado”
(participio del verbo “sujetar”)
procede del verbo latino “subiectāre”;
en tanto que “sujeto”
(del latín “subiectum”)
tiene su origen en
el supino del verbo frecuentativo o iterativo “subiicere”,
bien es verdad que
en ocasiones ambos verbos pueden significar lo mismo.
Pero
un servidor iba a otra cosa con el presente comentario; en concreto,
al vocablo “sujeto” en su condición de sustantivo, el
cual en sus diferentes entradas en el diccionario de la RAE pertenece
siempre al género masculino. En la número 3 se dice que es “la
persona cuyo nombre se ignora o no se quiere decir;” en
la número 4 (uso considerado como culto), asunto o materia sobre
la que se habla o escribe; en la número 5 (utilizado en
Filosofía), “soporte de las vivencias, sensaciones y
representaciones del ser individual”; en la número 6 (también
empleado en Filosofía), “ser del cual se predica o enuncia
algo”; en la número 7 (usado en Gramática), “función
sintáctica desempeñada por un sintagma nominal que concuerda en
número y persona con el verbo, o por una oración subordinada
sustantiva que requiere un verbo en tercera persona”;
en la número 8 (asimismo usado en Gramática), “expresión
nominal que designa la entidad de la que se predica algo”; y en
la número 9 (propio en exclusiva de la República Dominicana),
“persona despreciable, gente de poca monta”.
En
definitiva, que en todas las acepciones anteriormente reseñadas no
se habla para nada de que ni una sola pertenezca al género femenino.
Por lo tanto, mal que le pese a los detractores de siempre y, claro
está, a los defensores a ultranza de una mal entendida igualdad de
géneros, no es correcto decir que “la mujer es sujeta
de derechos y obligaciones”. (Vamos que suena tan mal como de
lo de “portavozas”, lo de “miembras” o lo de
“jóvenas”, tema al que
un servidor dedicó ya uno de sus comentarios). De todas forma,
siempre quedará el recurso
de utilizar el verbo “estar”
(“está sujeta a...”)
o acudir a un rodeo o circunloquio para expresar la idea de lo que se
quiere decir.
En
fin, esperemos
que esta vez la
RAE no lo deje a uno en mal lugar, como lo ha hecho recientemente con
la cuestión de la igualdad de género vs. igualdad de sexo. Porque
el Diccionario Panhispánico
de Dudas sigue diciendo al
respecto que para designar la condición orgánica,
biológica, por la cual los seres vivos son masculinos o femeninos
debe emplearse el término sexo; es decir, que las palabras tienen
género y no sexo, mientras que los seres vivos tiene sexo y no
género. De ahí que, a tenor de
ese mandato, un
servidor
en sus comentarios haya criticado en multitud de ocasiones que se
dijera, incluso en medios
legales, violencia de género
en vez de violencia de sexo.
Sin embargo, en fechas
relativamente recientes
la RAE (2),
sin cambiar un ápice dicho
criterio, ha introducido
una nueva acepción al vocablo género,
la número 3
concretamente, en la que dice que es el grupo al que
pertenecen los sres humanos de cada sexo, entendiéndose desde un
punto de vista sociocultural en lugar de exclusivamente
biológico.
Pues
muy bien.
(1)
Entradas 1 y 2 de la edición digital del diccionario.
(2)
Versión digital del diccionario de la RAE, que no aparecía
en la 22ª edición
impresa de 2001.
La entrada en el diccionario de la RAE dice "Sujeto, ta". Es decir que para ellos la palabra "sujeta", como sustantivo, y muy a nuestro pesar, existe.
ResponderEliminarA desconocido, no sabes leer un diccionario, antes del significado pone m. Referente al masculino. Si no lo lleva vale en los dos géneros y si pone Fem. Es solo en femenino.
ResponderEliminarSaludos cordiales
Se le puede llamar .Sujecion
ResponderEliminarSujecion
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