martes, 17 de septiembre de 2013

ALGO SOBRE LA NUEVA PRESIDENTA DE LA JUNTA DE ANDALUCÍA (i)

El día 6 de setiembre de 2013 aparecieron publicados al alimón en el BOE y en el BOJA los Reales Decretos 666/2013 y 667/2013 de la Presidencia del Gobierno por los que, respectivamente, se declaraba el cese a voluntad propia de D. José A. Griñán Martínez como Presidente de la Junta de Andalucía y se nombraba Presidenta de dicha Junta, elegida por el Parlamento de Andalucía, a Dª Susana Díaz Pacheco. Ambas disposiciones estaban refrendadas, junto a la del Rey, por la firma de Dª Soraya Sáenz de Santamaría Antón como Presidenta del Gobierno en funciones.

Si por algunos políticos de la oposición se ha criticado el modus eligendi en sí mismo por considerarlo un fraude y una farsa, ciertos compañeros de partido de la Presidenta electa— en principio designada por el dactilómetro de su antecesor en el cargono han tenido reparo alguno en elogiar la figura de aquélla por su gran capacidad, bien es verdad que no se sabe si se referían a la de medrar o a cualquier otra, porque la intelectual parece deja mucho que desear; al menos, así se desprende del hecho de que tardara diez años de hecho tal circunstancia fue objeto de comidilla previa en las tertulias radiofónicas y televisivasen terminar la carrera de Derecho.
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Un servidor sostiene la rara teoría de que los abogados, o los licenciados en Derecho, al igual que que los jueces, los fiscales o los secretarios judiciales—, se supone que antes que nada son letrados, es decir, personas sabias, doctas e instruidas, según la primera acepción que del vocablo se recoge en el Diccionario de la Lengua Española. Y, por ello, uno piensa que tales profesionales en sus alocuciones o escritos —lógicamente es una opinión— no debieran emplear términos no admitidos por la RAE o expresiones que dicho Organismo, que obviamente es el que posee la autoridad en la materia, considera que no son correctas o son inapropiadas.

Viene esto a cuento porque he tenido la oportunidad y la paciencia de leer los discursos de investidura y de toma de posesión de la flamante Presidenta de la Junta de Andalucía, en los que a simple vista se puede detectar, al margen de la inclusión de palabros no recogidos en el Diccionario, tales como intermodalidad, cortoplacista, culpabilización o empleabilidad, haciendo abstracción de otros como sostenibilidad o progresividad, por el hecho de estar propuestos para ser incluidos en la próxima edición de dicho Diccionario—, locuciones como sociedad inclusiva, ya que, si al adjetivo en cuestión no se le añade algo, es difícil saber lo que se ha querido predicar del sustantivo al que acompaña; u otras cuales por razón del género, igualdad de género o violencia de género, expresiones que no son correctas, pues no hace falta recordar que las palabras tienen género y no sexo, mientras que los seres vivos tenemos sexo y no género al decir del Diccionario Panhispánico de Dudas; y, cómo no, esa fea costumbre —política, sindical y hasta legislativa, que no lingüística— ya generalizada, de citar el sexo masculino y femenino al aludir en plural a determinados colectivos, concretamente hijos e hijas, niños y niñas, todos y todas, aquellos otros y aquellas otras, ciudadanos y ciudadanas, compañeros y compañeras o andaluces y andaluzas, algunas citadas varias veces, caso de la última, que es empleada hasta en seis ocasiones.

Por cierto, he omitido adrede expresiones tales como riego de exclusión social o medidas con ésta, por entender que se ha debido más bien a un error de transcripción en tanto en cuanto por el contexto parece se quiso decir riesgo de exclusión social o medidas como ésta. Eso sí, como lo cortés no quita lo valiente, es de justicia destacar que dentro del primer discurso aparece una bella y poética frase referida a Andalucía, de la que dijo que es la única región de Europa que se baña en el Atlántico y en el Mediterráneo.

No quisiera dar por concluso este comentario sin hacer una breve apostilla al tema, al que me refería al principio, sobre la elección de la nueva Presidenta de la Junta de Andalucía, que ha originado la censura de la oposición y ha suscitado también no poco debate por parte de analistas políticos y tertulianos. Pero de eso hablaremos otro día.

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