martes, 1 de agosto de 2017

EL JUEZ A QUIEN NO LE GUSTA EL FÚTBOL (P.D.)

 A un buen amigo, que es tesorero de una asociación, uno le ha oído decir en alguna ocasión, en plan irónico ciertamente, que los presupuestos están para no cumplirse. Bueno, pues esto que parece una auténtica chorrada pero que en modo alguno lo es realmente en multitud de ocasiones, roza el colmo del dislate si lo trasladamos al campo del cumplimiento de las leyes  o las sentencias  judiciales, porque se ha puesto de moda, sobre todo en Cataluña con los independentistas, o separatistas para ser más exactos, que ni se deben respetar las unas ni se deben acatar las otras, a pesar de que la Constitución dice de las segundas que es obligado cumplir las sentencias y demás resoluciones firmes de los jueces y tribunales (art. 118 CE ); y la mayoría de las primeras  se suele rematar con la estereotipada y protocolaria frase (ahora que tanto se habla de que hay seguir el protocolo, o que este no se ha seguido), firmada por su Majestad el Rey, de que Mando a todos los españoles, particulares y autoridades, que guarden y hagan guardar esta ley. Claro que, si en el caso de les pays catalans con su actual president de la Generalitat a la cabeza, no se sienten españoles, aun cuando muy a su pesar TODAVÍA lo sean, poco más se puede añadir. Por cierto, ¿alguien con esa cara de estudiante bueno (que no buen estudiante, porque parece ser que no terminó los estudios superiores iniciados), que tiene esa forma tan peculiar de actuar o de comportarse y que ni siquiera posee formación académica alguna (se refiere un servidor obviamente a don Carles Puigdemont i Casamajó) es merecedor del tratamiento de molt honorable senjor? Cierto es que uno de sus antecesores, don Jordi Pujol i Soley, que sí terminó su carrera universitaria (al igual que don Pasqual Maragall Mira o don Arthurt Mas i Gavarró, no así don José Montilla Aguilera, que se conozca), ya vimos cómo nos salió. Y es que ya se sabe, aunque sea en sentido figurado lógicamente, que quod natura non dat, Salmantica non praestat.

  Bueno, pero el comentarista iba a otra cosa para terminar con el tema de referencia en el que se ha visto involucrada de alguna forma la Federación Española de Fútbol. Y es que resulta que, según ha podido leer un servidor en los medios de comunicación, mientras se resuelve el problema del sr. Villar Llona, Juan Luis Larrea Sarobe ha sido nombrado de forma interina presidente de la RFEF, no se sabe a ciencia cierta con base en qué norma legal o estatutaria. Porque, según dice el art. 34.7 de los estatutos de dicha Federación, en supuestos de ausencia, enfermedad o cualquier otra causa que impida transitoriamente desempeñar sus funciones el Presidente será sustituido por los Vicepresidentes, en su orden; en defecto de ellos, por el Tesorero y, en última instancia, por el miembro de mayor antigüedad de la Junta Directiva, o por el de más edad si aquella fuera la misma. Y, que uno sepa, el sr. Larrea era Tesorero, no Vicepresidente; ergo la convocatoria y posterior celebración de la Asamblea del día 31 de julio de 2017, con el suspendido Presidente en chirona, tiene viso de muy dudosa legalidad porque, que uno sepa también, queda libre por ahí algún vicepresidente, cual es el caso del siempre polémico sr. Gaspart; pero la norma es la norma ¿O es que este ha dimitido, sin que se haya publicado, de su cargo de Vicepresidente para Asuntos Internacionales de la RFEF? Uno lamenta, por tanto, discrepar del asesor jurídico de la RFEF don Kepa Larumbe, en cuanto a que la Asamblea General como su Junta Directiva estuvieran perfecta y legalmente constituidas. (Y a tal respecto quiere hacerle saber a su ex colega que el comentarista hace unos años impugnó la Junta de Propietarios de su Comunidad por no haberse convocado de acuerdo con el plazo previsto en sus estatutos; y el Juzgado le dio la razón declarando nula la misma). Por cierto, no deja de ser sorprendente que a la Asamblea de la RFEF tan solo asistieran SEIS representantes de Liga Santander, caso del Atlético de Madrid, Barcelona, Espanyol, Deportivo, Real Sociedad y Sevilla; y UNO de la Liga 123, el del Albacete, lo cual parece una más que ridícula representación.
 
 ¡Ah!, y sin querer uno ponerse moños, un servidor ya anticipaba en su primer comentario sobre el tema respecto a las medidas cautelares tomadas por el juez Pedraz que luego vendría el tío Paco con las rebajas, como ocurre casi siempre, en que aquella a la larga suele menguar. Pues bien, a los once días de dictarse aquellas, como era de esperar, el magistrado ha optado por atemperar dichas medidas cautelares imponiendo al sr. Villar Llona una fianza de 300.000 € para que pueda salir de la cárcel, (la misma caución le ha impuesto al sr, Padrón y la mitad al hijo de aquel, todos los cuales no han tenido problemas económicos para pagarla ipso facto, como también era de prever), aparte de la retirada del pasaporte con la obligación de comparecer semanalmente ante el Juzgado y de facilitar un teléfono móvil para que esté localizado en todo momento y estar a disposición judicial constante. Y, hombre, el argumento de que con las actuaciones judiciales ya practicadas difícilmente puede haber riesgo de fuga o de obstrucción a la justicia, tal como argumenta su cambiante decisión el magistrado, parece poco consistente. Esa es, al menos, la opinión de un servidor.

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